“Cierro los ojos para vivir.
También para matar”
Vintila Horia
Y ahora que estás lejos,
¿qué color tiene el aire?
Y ¿qué canción de cuna resuena en tus oídos?
¿es más áspero el cielo,
más ajena la muerte?
Acá llueve despacio y está lleno de tumbas,
de exilios similares, de recuerdos vacíos.
Alguien dijo tu nombre y sonaba extranjero,
a puro olvido, a sombra,
a un roble que talaron hace ya mucho tiempo.
Y ahora que estás lejos y que el día ha sumado
jornadas sin memoria, sobre todo, silencio,
muñecas ateridas y zapatos sin dueño,
la calle abandonada por tu propio abandono,
ahora que esta tierra no es ni patria ni cuna,
el regreso es inútil
como habrá sido inútil llorar por tu partida.
Long Ohni
sábado, 1 de agosto de 2009
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Para Maria. De su blog
Si me envías al trabajo, linda dama,
no me esperes que llegue hasta tu puerta,
pues mis huesos alarma dan de alerta
y mejor estoy dormido en blanda cama.
Tu me pones de Muestrario caballero,
y muy digno de tu afán pongo mi arte,
para al fin a tu gloria desearte,
un saludo prolongado de sombrero.
Tu Maria, eres buena a mi estandarte,
y sin nada que turbase nuestra vida,
yo te tengo por amiga muy querida.
Este verso me sale de mi alma
y lo mando a tu buzón, con la alegria,
de tenerte en Eslovenia, a ti Maria.
Si alguna vez voy, te busco.
EMILIO MEDINA MUÑOZ
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