Son serpientes amarillas
las que se trepan por mis piernas
lenguas bífidas susurrándome el fin
y el principio de las cosas
silabeándome el deletreo del nombre
con el que me bautizaron
alguna tarde de un día sin almanaque
y sin historia.
Son dragones sin vuelo
los que incendian mis pensamientos
ajorcas de esclavitud engrillandome el sentido
y la enjuta libertad aún virginal
inmolándome el cuándo de aquel deseo
olvidado en una caja de Pandora
en un sueño cualquiera
sin memoria.
Son las bestias que me habitan
los enemigos, los crueles
y los perseguidos
los apocalípticos jinetes
cabalgándome la vida
cercenándome las piernas
batallándome el instinto de supervivencia
contra el que lucho día a día
sin ganar jamás...
Liliana Varela
17-08-2009
lunes, 14 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Para Maria. De su blog
Si me envías al trabajo, linda dama,
no me esperes que llegue hasta tu puerta,
pues mis huesos alarma dan de alerta
y mejor estoy dormido en blanda cama.
Tu me pones de Muestrario caballero,
y muy digno de tu afán pongo mi arte,
para al fin a tu gloria desearte,
un saludo prolongado de sombrero.
Tu Maria, eres buena a mi estandarte,
y sin nada que turbase nuestra vida,
yo te tengo por amiga muy querida.
Este verso me sale de mi alma
y lo mando a tu buzón, con la alegria,
de tenerte en Eslovenia, a ti Maria.
Si alguna vez voy, te busco.
EMILIO MEDINA MUÑOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario