Te abriré, mitopoema
porque estás más allá de habla caprichosa.
De estas murallas secas donde la gente
come vidrio y escupe lajas.
Yo sí creo en el Jardín con manzanas
de núcleo medulares e ígneos.
No me quedo sobre fiambre de tejones y espejismos.
Yo sí quiero la muerte, la vida, y seré un revendón
de estas verdades, los frutos.
Solazaré mis dedos por las grietas.
Buscaré la semilla, lo Eterno.
El que escrutó los grumos, las espinas,
y dijo «me es suficiente», no sabe de tus colores
más bellos, no sabe decir: «¡Existes!»
A corte de machete, dividiré las horas del presente
y los objetivos que guardaste dentro de la pepa.
Cantaré cuando el sol se despida desde esta orilla
a la pulpa blanda como vientre, como alma.
Habrá objetivos que no pueda decir todavía
que son míos, hortalizas prohibidas por ahora.
Las dejaré crecer y madurar para mí.
Vendré cuando me digas, renaceré.
Y sabré que hay sustancias para otros ojos
que me llevan ventaja, viejos almas
con eterno espíritu y cuyas gargantas
ya no conocen amargura; una visión estuvo
inserta en las estrofas del origen.
Carlos Lopez Dzur
martes, 26 de mayo de 2009
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Para Maria. De su blog
Si me envías al trabajo, linda dama,
no me esperes que llegue hasta tu puerta,
pues mis huesos alarma dan de alerta
y mejor estoy dormido en blanda cama.
Tu me pones de Muestrario caballero,
y muy digno de tu afán pongo mi arte,
para al fin a tu gloria desearte,
un saludo prolongado de sombrero.
Tu Maria, eres buena a mi estandarte,
y sin nada que turbase nuestra vida,
yo te tengo por amiga muy querida.
Este verso me sale de mi alma
y lo mando a tu buzón, con la alegria,
de tenerte en Eslovenia, a ti Maria.
Si alguna vez voy, te busco.
EMILIO MEDINA MUÑOZ
2 comentarios:
Estilo de Carlos que "se reconoce a la legua", abrazos de Julia
Si, Julita, asi es
Un beso
Maria
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