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Me gusta filosofar sobre lo absoluto y lo perenne.
Y admiro lo eterno sin saber por qué.
En la misma bolsa de gatos está el horizonte, que espera amor a la vez que teme a los suplicios, que observa el olvido del anciano y los primeros pasos de un niño, que recibe el aroma de las flores y escucha a la violencia.Inmutable. Indiferente. Hace mucho que no elijo la acción. La misma, la única, la que contempla y no transmite más que un reflejo diferente en cada alma. La vida puesta en infinito. "Así como el amor es dios, el temor es el demonio mismo". No recuerdo si me lo dijeron, si lo leí, pero se me volvió copresencia.Hay sacrificio en mi esperanza... tanto, como el prestigio de aventurarme a semejante antítesis.
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Mabel Bellante
Y admiro lo eterno sin saber por qué.
En la misma bolsa de gatos está el horizonte, que espera amor a la vez que teme a los suplicios, que observa el olvido del anciano y los primeros pasos de un niño, que recibe el aroma de las flores y escucha a la violencia.Inmutable. Indiferente. Hace mucho que no elijo la acción. La misma, la única, la que contempla y no transmite más que un reflejo diferente en cada alma. La vida puesta en infinito. "Así como el amor es dios, el temor es el demonio mismo". No recuerdo si me lo dijeron, si lo leí, pero se me volvió copresencia.Hay sacrificio en mi esperanza... tanto, como el prestigio de aventurarme a semejante antítesis.
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Mabel Bellante
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