domingo, 1 de noviembre de 2009
Ven a mi lado mujer
Sabes que no concibo verte triste.
No puedo soportar ver en tu cara
ese rictus que asoma y que ofreciste
ayer como una sonrisa así tan rara.
Tu rostro pleno de pesadumbre
es sin embargo para mí tan bello.
No logro evitar que siempre alumbre
desde el magnífico emitir de tu destello.
Ven mujer y siéntate a mi lado
y ofréceme tus veleidosos mimos.
Anhelo beber tu miel con desenfado
de tus uvas generosas en racimos.
Debo sentir tus golondrinas pectorales
agitarse encrespadas en mi pecho
al aumentar los deseos pasionales
y concentrarlos bajo el mismo techo.
Oscar Néstor Galante
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Para Maria. De su blog
Si me envías al trabajo, linda dama,
no me esperes que llegue hasta tu puerta,
pues mis huesos alarma dan de alerta
y mejor estoy dormido en blanda cama.
Tu me pones de Muestrario caballero,
y muy digno de tu afán pongo mi arte,
para al fin a tu gloria desearte,
un saludo prolongado de sombrero.
Tu Maria, eres buena a mi estandarte,
y sin nada que turbase nuestra vida,
yo te tengo por amiga muy querida.
Este verso me sale de mi alma
y lo mando a tu buzón, con la alegria,
de tenerte en Eslovenia, a ti Maria.
Si alguna vez voy, te busco.
EMILIO MEDINA MUÑOZ
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